Nené Hilario, la historia de un luchador infatigable

“Humildad. Con humildad viene la hora, llega el éxito, la riqueza viene, viene el reconocimiento”. “Debemos mantener siempre los pies en el suelo, la humildad y la fe”. Son algunas de las reflexiones que nos muestra y enseña Nené Hilario, todo un luchador  dentro y sobretodo fuera de la cancha.

Nené es hoy en día uno de los pívots más respetados del mundo. Sus diez temporadas en la NBA le avalan, pero hasta llegar aquí, Hilario no ha tenido precisamente un camino de rosas.

El jugador brasileño nació en una familia humilde y no tuvo una infancia fácil precisamente, pero empezó pronto a despuntar en el mundo del baloncesto. Con tan sólo veinte años y tras jugar dos años en Vasco de Gama, emprendió rumbo a la mejor liga del mundo, la NBA.

Seleccionado en la 1ª Ronda del Draft del 2002 en el puesto nº 7 por New York Knicks, sus derechos fueron traspasados inmediatamente a Denver Nuggets. Si bien Nené comenzó en el banquillo, poco a poco se fue haciendo (gracias a sus buenas actuaciones) un hueco en el equipo titular. El pívot acabaría promediando en esta primera temporada diez puntos y seis rebotes y sería incluido en el mejor quinteto de Rookies.

Su carrera iba viento en popa, pero tras tres grandes años en Denver, Nené sufrió su primer gran mazazo. La temporada 2005-2006 la pasó completamente en blanco, debido a una grave lesión de rodilla.

  

Lejos de amilanarse, en la temporada siguiente Hilario regresó con fuerza a las canchas mejorando sus promedios tanto en anotación, como en rebote. La lesión de rodilla era agua pasada y el pívot a sus veinticinco años estaba en el cénit de su carrera, pero Nené cuando creía tenerlo todo, volvió a caer.

En el año 2008 creyó que el mundo se le caía encima, le diagnosticaban un tumor maligno en los testículos. Un trance que le marcará el resto de su vida. Estuvo hundido, pensó que quizás no podría ser padre (felizmente hoy es padre de un niño), pero Nené siguió luchando y se volvió a levantar. Tras ser operado del cáncer testicular y posteriormente curarse, Hilario volvería a jugar cuatro meses más tarde, firmando sus mejores números hasta la fecha.

El año pasado y tras diez temporadas en Denver, fue traspasado a los Washington Wizards, donde la próxima campaña debe ser uno de los referentes, aportando su experiencia a una plantilla bastante jóven.

 Nené, un jugador que ha conseguido levantarse,  todas las veces que se ha caído.

Carlos Delfino, el hombre sencillo de la Generación Dorada

“Yo no pido nada. Soy medio camaleón, trato de adaptarme a lo que hay y de ayudar con lo que pueda. Por ahí lo mío no luce tanto. Y está bien que así sea”.  Estas palabras reflejan perfectamente la personalidad de Carlos Delfino, todo un Campeón Olímpico. Un jugador que ha vivido en la sombra, sabedor que los flashes en la selección recaen en los veteranos Ginóbili, Scola o Nocioni, sin que ello le importara lo más mínimo.

Delfino, se define como un hombre sencillo. Amante de su Santa Fe natal (es Embajador Deportivo de la ciudad), aficionado a la pesca (donde consigue desconectar y recargar pilas), no se le caen los anillos al afirmar que todavía a su edad sigue viendo El chavo del 8.

Carlos, a sus 29 años se encuentra en uno de los momentos más dulces de su carrera. Miembro de la Generación Dorada del baloncesto Argentino, acaba de firmar por dos años con los Houston Rockets de la NBA. El alero comenzará su séptima temporada en la Liga norteamericana, en el que será su cuarto equipo tras Detroit Pistons, Toronto Raptors y Milwaukee Bucks.

Pero no todo ha sido un camino de rosas para él. Tras ser elegido en la primera ronda (puesto 25) en el Draft del año 2003 por Detroit Pistons y conseguir al año siguiente el Oro en los JJOO de Atenas, se encontró que con tan sólo 22 años se había convertido en una estrella mediática. Este ascenso precoz provocó que Delfino se relajara y su juego se resintió en exceso. Vendrían temporadas grises,  (sobretodo en Toronto y en el equipo ruso del Khimki, donde no acabó de adaptarse al frío de la ciudad) y parecía que su carrera se había estancado.

“Nunca me enloquezco, nunca. Ni cuando me va bien ni cuando juego mal. Trato de estar con los pies en el piso. Tal vez hace un tiempo, cuando estaba medio verde, me ponía triste y quería mandar todo al carajo. Fue entre los 20 y los 25. Después me acomodé y me di cuenta de algunas cosas. Y me empecé a dedicar más a lo mío”. Así respondía Delfino cuando le preguntaban por esos años donde no vimos brillar su juego.

Por suerte esa experiencia europea, unida a una mayor madurez motivó el regreso de Carlos a la NBA de la mano de Milwaukee Bucks, donde ha jugado las últimas temporadas siendo titular en la mayoría de partidos de la pasada temporada.

Delfino pretende ser una pieza angular en el nuevo proyecto que han iniciado los Houston Rockets este año y ganarse el corazón de los aficionados tejanos, tal y como hiciera su amigo y compatriota, Luis Scola.

Esta España es de Oro

No fue un sueño, pero casi. Siempre podré decir que vi jugar a esta generación de oro del baloncesto español. Gracias Pau, gracias Navarro, gracias Rudy y así con cada uno de los integrantes de esta selección. Estos chicos, cuando se ponen a jugar hacen que mucha gente se enamore del baloncesto y hoy lo han vuelto a demostrar una vez más.

En el mejor partido del campeonato, España miró a los ojos a USA y a punto estuvo de derrotar a los todopoderosos jugadores de la NBA. Finalmente perdió por 107 a 100, pero esto casi es lo de menos. España repite medalla de plata en una demostración al mundo que esta generación de jugadores es muy grande. Sin duda alguna, lo vivido esta tarde pasará a la historia del baloncesto. 

España no había hecho un buen campeonato hasta el momento, pero dejó su mejor versión para un partido que será recordado por mucho tiempo.

Comenzó el partido con un Navarro espectacular, autor de diez de los doce primeros puntos del equipo español, provocando las primeras ventajas en el marcador para los hombres de Scariolo (12-7).  USA no se sentía a gusto, pero intentaba reaccionar tras una falta antideportiva de Calderón tomaba la iniciativa en el marcador (12-15). Momento en el que apareció el mejor jugador del mundo actualmente, Kevin Durant, autor de 30 puntos esta tarde. Con sus triples consiguió que USA se distanciara en el marcador al final del primer cuarto (27-35). Mención especial tienen los 14 puntos anotados de Juan Carlos Navarro en estos primeros diez minutos de partido. El escolta de Sant Boi nunca falla en las grandes citas.

Los americanos se las prometían felices, pero al principio del segundo cuarto la garra de los jugadores españoles provocó una espectacular remontada y gracias a un triple de Llull se pusieron por delante en el marcador (42-41).

USA no se encontraba nada cómoda. Los jugadores americanos empezaban a protestarlo todo, hecho que aprovechaba España para estar dentro del partido. Al descanso se llegaría con un apretado 58-59 a favor de USA.

El equipo dirigido por Mike Kryzewski, se mostraba letal en los terceros cuartos de partido. Ahí había marcado las diferencias en toda la competición, pero hoy tenían delante al mejor jugador español de todos los tiempos, Pau Gasol, que con un cuarto espectacular mantuvo a España a flote, terminando el tercer cuarto con la misma diferencia que lo empezaron (82-83). El catalán que soportó una defensa agresiva todo el partido, terminó con 24 puntos.

En el último cuarto de partido, USA salió en tromba y con cinco puntos consecutivos de su base Chris Paul, abrían una pequeña brecha (86-93). Una distancia que ya sería insuperable para los españoles, que fueron capaces de anotar nada más y nada menos que 100 puntos, para acabar derrotados por tan sólo siete puntos. (100-107).

Ya nada volverá a ser lo mismo. Felipe Reyes dejará la selección y posiblemente le acompañen varios de sus componentes. Una cosa si nos queda clara a todos los que amamos el baloncesto, esta España es de Oro.

España aguantó los golpes y peleará por las medallas

España luchará por las medallas en estos Juegos, tras derrotar en un emocionante partido de cuartos a Francia por 66 a 59. Su rival será otro viejo conocido, Rusia que no dio opción a Lituania en el otro partido de cuartos.

Partíamos con la duda de ver que España nos encontraríamos. La derrota ante Brasil genero toda clase de comentarios, se dudo de que los jugadores se dejaran ganar para encontrar un mejor cruce de cuartos y semifinales. El partido las disipo todas.

España no está para muchas fiestas. Sus jugadores por una razón u otra se encuentran faltos de gasolina, pero carecen de un pundonor y una experiencia en grandes finales, que hoy les ha llevado a la victoria en un partido muy duro. Los hombres entrenados por Sergio Scariolo supieron sufrir en más de tres cuartos, para en los minutos finales llevarse el gato al agua.

Francia tenía muy estudiado el juego del combinado Español. Sabiéndose inferior bajo los tableros, intento parar a los hermanos Gasol (sobretodo a Pau) obligando a España a abusar del lanzamiento exterior y fue capaz de conseguirlo. El ejemplo lo dejan los diez puntos con que  Pau terminó el partido. Para ello no dudo en abusar de las faltas personales. La clave era que España no jugará cómoda y ésta no lo hizo en ningún momento del partido.

De la mano de Tony Parker en la dirección y de Boris Diaw en la anotación, Francia dominaba el comienzo del partido. Esto unido a un mal ataque español, provocó que los franceses terminaran el primer cuarto con ventaja en el marcador (17-22).

El segundo y tercer cuarto corrieron por los mismos derroteros que el primero (34-37 y 51-53). Francia perdonaba a una España que no jugaba bien, pero que seguía estando dentro del partido.

Y se llegó a los diez últimos minutos de partido, a la hora de la verdad, el todo o la nada. Y en ese momento, a Francia se les fundieron los plomos. España subió su nivel en defensa, Llull maniató a Parker y éstos empezaron a ver el aro minúsculo. Los hombres de Scariolo le dieron la vuelta al marcador y se pusieron tres puntos por delante cuando restaba minuto y medio para terminar el partido.

España gestionó mucho mejor que Francia los dos últimos minutos de partido. Cometió menos errores y cerró el rebote defensivo en estos instantes, claves para llevarse el triunfo.

En simple anécdota habría que dejar las dos faltas antideportivas en los compases finales de Ronnie Turiaf y sobretodo de Nicolas Batum, que sólo sirvieron para que la ventaja en el marcador fuera mayor que lo reflejado en la cancha durante los cuarenta minutos de partido.

España pasó con mucho sufrimiento y luchará por las medallas, pero deberá mejorar y mucho su imagen si quiere derrotar a Rusia, que seguro planteará más problemas que Francia.

España no se toma el partido en serio y decepciona ante Brasil

Segunda derrota consecutiva  ante Brasil por 82-88, que deja a España en el tercer puesto del grupo. Con esta derrota, los pupilos de Sergio Scariolo se enfrentarán con toda probabilidad a Francia en cuartos y no se verá las caras con USA hasta una hipotética final.

Mal, muy mal. Así España no llegará muy lejos en el torneo olímpico. Horrible imagen española en los diez últimos minutos de partido, que servirán para abrir todo tipo de especulaciones y debates. Que si España se dejó ganar para tener un mejor cruce, que si el juego español no da para más…

Me decanto más por lo segundo o al menos eso quiero creer. Lo cierto es que las señales que da esta selección no son muy halagüeñas: poca actitud defensiva, gran dependencia en el juego interior, malos minutos de los jugadores suplentes son algunas de las claves. España está siendo muy irregular, juega a rachas y los partidos se les están haciendo demasiado largos. Les sucedió ante Gran Bretaña, ante Rusia y hoy les volvió a suceder.

Y el caso es que los españoles comenzaron el partido dominando el marcador. El juego interior brasileño era incapaz de frenar a los Gasol y a Ibaka, que hoy sí disfrutó de minutos y lograban llegar al final del primer cuarto con ventaja (26-17).

Brasil empezó a jugar aprovechando los minutos en juego de una segunda unidad española, que no dio la talla y se colocó a tan sólo dos puntos (37-35). España reaccionaría y se marcharía al descanso con una ligera ventaja (44-38).

Tras volver del vestuario, España no consiguió marcharse en el marcador. Cuando parecía que los de Scariolo podían romper el partido, Brasil recortaba distancias, y así se llegó al último cuarto.

Unos últimos diez minutos, que dejan en muy mal lugar a esta Selección que tantos éxitos ha conseguido y de la cual se han sentido muy orgullosos muchos aficionados hispanos al baloncesto. Los españoles comenzaron a fallar un ataque tras otro y Brasil (que si quiso ganar), dio la vuelta al marcador y con un parcial de 16 a 31, colocaba el 82 a 88 final.

Llamó la atención la poca entrega en defensa de los españoles en los minutos finales (sin hacer faltas en el último minuto), y que tanto Rudy y sobretodo Calderón no salieran en estos minutos calientes para cambiar la inercia del partido.

España se atasca y se complica la lucha por las medallas

España ya no podrá ser primera de grupo. Derrota dolorosa ante una Rusia muy sería por 77 a 74, que sólo se vio sorprendida en el primer cuarto de partido. Con este resultado el camino hacía las medallas se antoja más complicado. Ahora el combinado español se enfrentará en el próximo partido a Brasil, para conocer si será segunda (si gana) o tercera (si pierde) de grupo. Sus rivales probablemente serán la Francia de Tony Parker o la Argentina de Manu Ginóbili, equipos muy peligrosos para un cruce de cuartos.

Las señales que nos había dado España en el torneo Olímpico no habían sido del todo favorables. Había ganado los partidos, pero no había convencido con su juego. Pues bien todo esto pareció olvidarse, a los pocos minutos de comenzar el partido. España salía en tromba, defendía al máximo y corría cómo nunca. Los de Scariolo nos enseñaban unos grandes minutos de baloncesto y se escapaban en el marcador con un contundente (20-2).

En estos instantes de partido Rudy ataba en corto a Kirilenko y los rusos eran incapaces de defender a los hermanos Gasol en la pintura. Todo eran buenas noticias para los españoles, puesto que Juan Carlos Navarro reaparecía en el parquet, tras no jugar ante australianos ni británicos. Al final del primer cuarto se llegaba con un claro (28-11), una ventaja que sólo debían de administrar.

Cuando todo parecía que se iba a ver una exhibición por parte de España, sorprendentemente la gasolina se les acabó. Rusia aumentó su dureza defensiva (sobretodo con Pau) y con un gran acierto en el lanzamiento exterior recortó la ventaja a la mitad (40-32) al término del segundo cuarto. España seguía por delante, pero el panorama del partido había cambiado.

Efectivamente el tercer cuarto siguió por los mismos derroteros que en el acto anterior y de la mano de un sensacional Fridzon, Rusia se ponía por delante en el marcador (53-56) al acabar el tercer cuarto. La defensa planeada por el entrenador ruso, David Blatt, atascaba al equipo español que se veía incapaz de anotar. Tan sólo trece puntos en este período.

Scariolo buscó soluciones en el banquillo y colocó al base Sergio Rodríguez para acelerar el juego español. Lo consiguió, España comenzó a anotar con más facilidad y se escapó en el marcador (69-60) a falta de cuatro minutos.

Pero España no supo cerrar el marcador y con un Krhyapa muy acertado en esos momentos le dio la vuelta al marcador y situó a Rusia con ventaja (73-75) a cinco segundos de terminar el partido.

Pau Gasol tuvo dos lanzamientos desde la línea de personal para empatar el partido, pero erró uno y ahí se terminaron las opciones del combinado español de llevarse la victoria.

España se clasifica para cuartos, con susto incluido

La Selección Española de Baloncesto se ha asegurado esta noche,  la clasificación para cuartos de final del torneo olímpico, tras derrotar por la mínima a la Selección Inglesa (79-78), en un partido que debe de servir de lección a los jugadores entrenados por Sergio Scariolo.

Los recursos que ostenta el equipo español son ilimitados, pero la actitud con la que deben salir a la cancha debe ser otra si quieren llegar lejos en estos Juegos.  España ha estado a punto de tirar el partido y verse sorprendida por una Selección de un equipo de nivel medio, tirando a bajo, cómo es la Selección Inglesa. Es inadmisible que el equipo británico te meta 30 puntos en tan sólo diez minutos.

Del partido propiamente dicho, decir que si vieron los partidos frente a China o Australia la película ha sido la misma hasta el último cuarto. Una Selección Española jugando al ralentí en los dos primeros cuartos (24-15, 39-27), en los que era capaz de dominar en el marcador por diferencias que rondaban los diez puntos. Un tercer cuarto en los que daba un estirón y dejaba medio sentenciado el partido  (60-48) y un último periodo en el cual sólo debía administrar la renta conseguida.

Pues bien, Inglaterra liderada de la mano del jugador de los Chicago Bulls de la NBA, Luol Deng a punto ha estado de llevarse el gato al agua, tras conseguir anotar treinta puntos en el último y decisivo periodo. El gran acierto exterior británico en los últimos minutos de partido es digno de elogio. Inglaterra no han dado nunca el partido por perdido y suerte ha tenido España, de tener un jugador con un porcentaje muy alto de acierto en el lanzamiento desde el punto de personal, cómo José Manuel Calderón, para asegurar el triunfo.

España debe hacer autocrítica. Los rivales fáciles del torneo se han acabado. Ahora esperan dos buenas piedras de toque para comprobar realmente el nivel español: La Rusia de Kirilenko y Shved y la Selección brasileña de Splitter, Marcelinho y compañía.

Si queremos ver el vaso medio lleno de esta situación, decir que España se ha clasificado para cuartos y cómo mínimo será tercera de grupo y así evitar en el cruce de cuartos a USA (si estos quedan primero) y que en el último Eurobasket, también tuvo un comienzo dubitativo, para acabar dominando a sus rivales y ganar el torneo.