lunes, 14 de enero de 2013

La interminable "resurrección" de Toronto Raptors


Otro año más y van… Todo hace indicar que está también será otra temporada tirada a la basura por parte de los propietarios de los Toronto Raptors.

Aunque la franquicia sólo se encuentra  a cinco partidos de entrar en los Playoffs y que la imagen del equipo estos últimos partidos está siendo buena, no parece que con la actual plantilla les vaya a ser suficiente para estar en la post-temporada.

Uno de los grandes problemas de estos Raptors radica en los despachos y más concretamente en Bryan Colangelo, su General Manager. Colangelo, en los más de seis años que lleva en el cargo no ha logrado conseguir que los de Toronto dieran un salto de calidad, con traspasos y adquisiciones un tanto discutibles. Su afán por tener en sus filas jugadores europeos no siempre le ha dado los resultados esperados.

Y en eso tiene que ver mucho el que hoy por hoy es el jugador franquicia de la plantilla, el italiano Andrea Bargnani. El nº1 del Draft del 2006, un jugador de 2,13 m de altura con un buen lanzamiento exterior, pero que carece de físico y sangre para batirse con el resto de pívots de la NBA y para erigirse en el líder que necesita el equipo.  

Otro de los déficits del equipo, ha sido la falta de un compañero de garantías en la pintura durante todos estos años. La pareja de Bargnani no ha sido grande en centímetros (hasta este año en que han adquirido a Valanciunas), hecho que les debilitaba a la hora de pelear por los rebotes.

La dirección del equipo este año parecía haber cambiado de dueño. El fichaje de Kyle Lowry, hacía prever que el español Jose Manuel Calderón sería el base suplente en su octava temporada en la franquicia canadiense. Nada más lejos de la realidad. Una lesión de Lowry, unida a unas grandes actuaciones de Calderón, ha hecho revertir esta situación. Calderón se ha hecho con las riendas del equipo, dirigiendo con maestría y contribuyendo al resurgir de los Raptors tras un inicio de temporada desolador.

Curioso el caso de Calderón. Al comienzo de cada temporada, le ha tocado luchar con T.J. Ford, Jarret Jack, Jerryd Bayless, Kyle Lowry por la titularidad y al final siempre se ha impuesto a todos ellos. Este año termina contrato y posiblemente no siga en Toronto. Sus compañeros le echarán de menos, el base extremeño es el mejor base que puede tener la franquicia.

Pero lo peor de todo para estos Raptors, es la sensación de provisionalidad en la que se encuentra y en una realidad muy cruel para Colangelo. El equipo juega mejor, sin los dos jugadores en los que ha basado este proyecto (Lowry-Bargnani).

jueves, 3 de enero de 2013

El viaje a ninguna parte de Los Ángeles Lakers


Este año Los Ángeles Lakers no lucharan por el anillo. Esta afirmación tan rotunda se puede hacer viendo el juego, las caras de los jugadores en la cancha, el kobe-sistema… Esta misma sensación,  la tuve el año pasado a estas mismas alturas de campeonato, y ya sabemos cómo termino el equipo angelino.

Tras conseguir los dos anillos en las campañas de 2009-2010, la franquicia cada paso que ha hecho, ha sido en falso y la ha dejado peor de cómo estaba anteriormente.

La eliminación en los Playoffs de 2010, ante Dallas por 4 a 0 (que a la postre sería campeón) hizo mucho daño en el seno de la franquicia californiana. Phil Jackson, se despidió como entrenador y Pau Gasol quedó marcado desde entonces.

El principio de la campaña de 2011 es de sobra conocido, con los intentos de desprenderse de Pau Gasol (al final se quedó) y del que muchas veces sostenía la segunda unidad de Lakers, Lamar Odom.  Odom si salió, rumbo a Dallas dejando más debilitado el roster y Lakers todavía sigue buscando a un sustituto que aporte todo lo que Lamar hacía.

Si el equipo quedaba tocado, la decisión de contratar a un entrenador de perfil bajo y defensivo, como Mike Brown, fue otro error mayúsculo.

La temporada no fue buena, el equipo no jugaba a nada y se empezó a desaprovechar la pareja interior Bynum-Gasol, mientras Bryant acaparaba más y más lanzamientos. Bryant es un crack, pero debería saber con su experiencia, que siempre que ha abusado tirando hacía canasta y se ha olvidado del juego en equipo, Lakers nunca ha llegado lejos.

Lakers iban ganando partidos y clasificándose para Playoffs, pero había dejado de ser un claro favorito al anillo. Cuando llegaron los Playoffs y se encontró con un equipo con cara y ojos, cómo Oklahoma, no tuvo opción y cayó eliminado.

El inicio de esta temporada parecía ilusionante y tras las adquisiciones de dos jugadores All Star cómo Steve Nash y Dwight Howard, en un mega-traspaso que enviaba a Bynum a los 79ers, volvían a colocar a Lakers cómo un claro favorito al anillo. El equipo angelino volvía a apostar por juntar a cuatro grandes estrellas igual que hiciera hace una década, cuando junto a Shaquille O´Neal, Kobe Bryant, Karl Malone y Gary Payton. Aquello no terminó bien y esta temporada va camino de ocurrir lo mismo.

Ya se vio en la pretemporada (donde Lakers perdió todos sus partidos) que el equipo no se adaptaba a los sistemas defensivos de Mike Brown, y en ataque se veía que los jugadores no creían el sistema Princeton que quería imponer.

Un inicio de temporada horrendo precipitó el despido de Brown. Las especulaciones sobre un posible retorno al banquillo del maestro Zen, Phil Jackson parecía claro. La afición estaba entusiasmada, los jugadores le estaban esperando (sobretodo Gasol) a él y a su famoso triangulo ofensivo en ataque, pero cuando Jackson estaba a punto de dar el sí, los directivos angelinos sorprendieron a todos, con la rápida contratación de Mike D´Antoni.

Mike D´Antoni es un buen entrenador, pero no es el entrenador que necesita Lakers. D´Antoni, quiere que su equipo corra y estos Lakers son demasiado mayores, ya que tres de sus mejores jugadores (Nash, Bryant, Gasol) superan la treintena. Además no le gusta jugar con pívots grandes, cuando se encuentra con una de las mejores parejas interiores de la Liga.

La entrada de un nuevo entrenador, junto con la recuperación del lesionado Steve Nash, debería haber servido de bálsamo, pero estos Lakers viven instalados en el histerismo. El ambiente en el vestuario no parece el idóneo (sólo hay que recordar los recados de Kobe a Pau el mes pasado) y lo que es peor el equipo no termina de arrancar.

La situación actual de los Lakers, no invita al optimismo precisamente. Situados fuera de Playoffs con un balance negativo (15 victorias-16 derrotas), con un Bryant que se tira más lanzamientos a canasta que nunca y un Gasol perdido en la cancha, alejado más que nunca del aro, pero sobretodo con una plantilla que no tiene fondo de armario (encima lo poco salvable de la segunda unidad, Antawn Jamison está desaparecido últimamente), hacen pensar que el equipo angelino se irá de vacaciones muy pronto este año, a no ser que su situación de un vuelvo, que de momento no se vislumbra.

 ¿Remontarán posiciones estos Lakers y se convertirán en un claro candidato al título? Yo no lo veo, pero espero vuestros comentarios.