"No ha sido realmente una decisión difícil.
Creo que es donde mejor encajo y, con toda honestidad, creo que tenemos una
gran oportunidad de ganar. Será estupendo ser el suplente de Roy (Hibbert) y
haré todo lo que pueda por ayudar al equipo". Andrew Bynum se mostraba así
de ilusionado tras hacerse pública su contratación hasta finales de temporada
por los Indiana Pacers, uno de los grandes favoritos para hacerse con el
anillo. Una decisión que no ha sido fácil de tomar, ya que Bynum sabe que se
enfrenta ante su última oportunidad de brillar en la NBA.
Bynum, que salió por la puerta de atrás en sus dos
últimos equipos (76ers y Cavaliers) ha promediado esta temporada, en 24
partidos, 8,4
puntos, 5,4 rebotes y 1,2 tapones en los poco más de 20 minutos que ha estado
en cancha.
Si bien los términos del acuerdo no han salido a la
luz, Bynum recibiría en torno al millón de dólares por lo que resta de
temporada, empezando a entrenar ya con su nuevo equipo en esta próxima semana.
Tras conocerse la noticia, el Presidente de los
Indiana Pacers Larry Bird, se mostraba así de exultante ante los medios “Obviamente
estamos contentos por tenerle en nuestro equipo. Él nos aporta tamaño, es un
gran jugador grande y tienes experiencia en campeonatos”. El exjugador de los Boston
Celtics, terminó de convencer a Bynum, para que eligiera su oferta y desechara
las otras que tenía encima de la mesa, sabedor que la incorporación de Bynum es la
guinda a una plantilla extensa y de gran calidad. Con este movimiento Indiana
avisa que su momento ha llegado y que no hay otro objetivo este año, que no sea
ganar el anillo.
Equipos de la talla Dallas, Miami y Brooklyn, entre
otros sonaron con fuerza cómo posible destino del pívot de 26 años. Todos estas
franquicias presentan grandes carencias en el juego interior, con lo que sin
duda la contratación por parte de Indiana, no sólo es un refuerzo para ellos,
sino que consiguen quitar una posible sustitución de lujo, para los que pueden ser
sus grandes rivales en el Este (sobretodo Miami).
Indiana, con uno de los mejores records de la Liga
(36 victorias y 10 derrotas), se convierte así en uno de los grandes favoritos (si
no el máximo) a conquistar el anillo. Su quinteto inicial es, sin duda, de
grandes prestaciones: Hill y Stephenson se encuentran en el mejor momento de
sus carreras, Paul George está de nivel
MVP, y a esto se les unen en el juego interior, el siempre infravalorado David
West y uno de los mejores centers de la competición, Roy Hibbert. Tienen un sexto
hombre (otrora jugador franquicia), Danny Granger que si se recupera de las
lesiones que le han lastrado los últimos años, será, sin lugar a dudas, otro
refuerzo de garantías. El resto del banquillo Scola, Mahinmi, Watson y Copeland
aportan también su grano de arena, estando preparados, para cuando su entrenador
Frank Vogel, solicita de sus servicios.
Pero si algo tienen que temer todos los rivales que
se enfrenten a Indiana, ese debe ser su juego interior. West y Hibbert, junto al
argentino Luis Scola (un jugador con una garra y una calidad fuera de dudas), y
al recién contratado Andrew Bynum, completarán el mejor juego interior de la
Liga.
El acierto de esta contratación no se verá hasta el
final de temporada, aunque el riesgo para la franquicia es mínimo. Si Indiana
consigue que el díscolo Bynum se implique y sume al equipo, serán posiblemente
el equipo a batir. En cambio sí nos encontramos con el Andrew bailador de “tablao”
flamenco en Madrid o el que visita habitualmente la Mansión de Playboy,
estaremos ante el penúltimo episodio en el que un gran jugador se echa a
perder, por su mala cabeza.
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