Ha pasado prácticamente un mes de la grave lesión del jugador español Ricky Rubio. La rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda mantendrá a Rubio entre 6 y 9 meses, alejado de las canchas de baloncesto. Operado en Colorado por el cirujano especialista Richard Steadman, el jugador español ya se encuentra en manos de los servicios médicos del equipo de Minnesota para empezar su recuperación. Sin duda un duro golpe para el jugador del Masnou que estaba realizando una gran temporada y que le priva de poder disputar los Juegos Olímpicos de Londres este verano.
Pero ese fatídico 9 de marzo no sólo fue un fue un palo muy duro para el jugador, que en un segundo veía cómo se despertaba del sueño que estaba viviendo, sino que también fue un jarro de agua fría para el equipo y la ciudad de Minnesota.
En aquel momento, los Lobos se encontraban luchando por entrar en Playoffs, con un balance de 21 victorias y 20 derrotas, superando las expectativas creadas a principios de año. Pero con la lesión de Rubio, el equipo entrenado por Rick Adelman se ha quedado sin uno de sus grandes referentes en la cancha y la situación hoy en día ha cambiado negativamente.
Desde la lesión de Rubio, los Lobos sólo han sido capaces de ganar 4 partidos y en cambio han perdido 12, quedando prácticamente descartados para poder disputar los partidos de Post temporada.
Las causas que han producido este bajón han sido de diferente índole. La primera ha sido a nivel psicológico puesto que se ha producido un lógico bajón anímico. Ricky con su fantasía, sus asistencias espectaculares daba alegría al juego de su equipo que ahora mismo no se está produciendo.
En segundo lugar los Lobos han perdido a uno de los líderes del equipo junto a Kevin Love. El base español se había erigido en el director del juego de los Wolves, siendo el quinto máximo asistente de la NBA hasta el momento de su lesión.
Pero paradójicamente dónde más se le está echando en falta al jugador español es en el aspecto defensivo, ya que en ataque Luke Ridnour y el mexicano Juan José Barea le están supliendo bastante bien.
En los últimos 16 partidos, los rivales de los Lobos han conseguido anotar en 9 de ellos más de 100 puntos por partido. Sin Ricky en pista, Minnesota encaja 10 puntos más por partido y los bases contrincantes consiguen repartir más asistencias. La gran defensa que realizaba Rubio impedía a los bases rivales pensar con claridad y provocaba en éstos más pérdidas de balón, que ahora no se producen. Cabe recordar que Ricky era uno de los tres mejores recuperadores de balón de toda la competición.
Sin lugar a dudas el novato Ricky Rubio era el alma del equipo, el líder de la camada y sin él, los Lobos están desorientados.
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