España luchará por las medallas en estos Juegos, tras
derrotar en un emocionante partido de cuartos a Francia por 66 a 59. Su rival
será otro viejo conocido, Rusia que no dio opción a Lituania en el otro partido
de cuartos.
Partíamos con la duda de ver que España nos encontraríamos.
La derrota ante Brasil genero toda clase de comentarios, se dudo de que los
jugadores se dejaran ganar para encontrar un mejor cruce de cuartos y
semifinales. El partido las disipo todas.
España no está para muchas fiestas. Sus jugadores por una
razón u otra se encuentran faltos de gasolina, pero carecen de un pundonor y
una experiencia en grandes finales, que hoy les ha llevado a la victoria en un
partido muy duro. Los hombres entrenados por Sergio Scariolo supieron sufrir en
más de tres cuartos, para en los minutos finales llevarse el gato al agua.
Francia tenía muy estudiado el juego del combinado Español.
Sabiéndose inferior bajo los tableros, intento parar a los hermanos Gasol
(sobretodo a Pau) obligando a España a abusar del lanzamiento exterior y fue
capaz de conseguirlo. El ejemplo lo dejan los diez puntos con que Pau terminó el partido. Para ello no dudo en
abusar de las faltas personales. La clave era que España no jugará cómoda y
ésta no lo hizo en ningún momento del partido.
De la mano de Tony Parker en la dirección y de Boris Diaw en
la anotación, Francia dominaba el comienzo del partido. Esto unido a un mal
ataque español, provocó que los franceses terminaran el primer cuarto con
ventaja en el marcador (17-22).
El segundo y tercer cuarto corrieron por los mismos
derroteros que el primero (34-37 y 51-53). Francia perdonaba a una España que no
jugaba bien, pero que seguía estando dentro del partido.
Y se llegó a los diez últimos minutos de partido, a la hora
de la verdad, el todo o la nada. Y en ese momento, a Francia se les fundieron
los plomos. España subió su nivel en defensa, Llull maniató a Parker y éstos empezaron
a ver el aro minúsculo. Los hombres de Scariolo le dieron la vuelta al marcador
y se pusieron tres puntos por delante cuando restaba minuto y medio para
terminar el partido.
España gestionó mucho mejor que Francia los dos últimos
minutos de partido. Cometió menos errores y cerró el rebote defensivo en estos
instantes, claves para llevarse el triunfo.
En simple anécdota habría que dejar las dos faltas
antideportivas en los compases finales de Ronnie Turiaf y sobretodo de Nicolas
Batum, que sólo sirvieron para que la ventaja en el marcador fuera mayor que lo
reflejado en la cancha durante los cuarenta minutos de partido.
España pasó con mucho sufrimiento y luchará por las
medallas, pero deberá mejorar y mucho su imagen si quiere derrotar a Rusia, que
seguro planteará más problemas que Francia.
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