España no se toma el partido en serio y decepciona ante Brasil

Segunda derrota consecutiva  ante Brasil por 82-88, que deja a España en el tercer puesto del grupo. Con esta derrota, los pupilos de Sergio Scariolo se enfrentarán con toda probabilidad a Francia en cuartos y no se verá las caras con USA hasta una hipotética final.

Mal, muy mal. Así España no llegará muy lejos en el torneo olímpico. Horrible imagen española en los diez últimos minutos de partido, que servirán para abrir todo tipo de especulaciones y debates. Que si España se dejó ganar para tener un mejor cruce, que si el juego español no da para más…

Me decanto más por lo segundo o al menos eso quiero creer. Lo cierto es que las señales que da esta selección no son muy halagüeñas: poca actitud defensiva, gran dependencia en el juego interior, malos minutos de los jugadores suplentes son algunas de las claves. España está siendo muy irregular, juega a rachas y los partidos se les están haciendo demasiado largos. Les sucedió ante Gran Bretaña, ante Rusia y hoy les volvió a suceder.

Y el caso es que los españoles comenzaron el partido dominando el marcador. El juego interior brasileño era incapaz de frenar a los Gasol y a Ibaka, que hoy sí disfrutó de minutos y lograban llegar al final del primer cuarto con ventaja (26-17).

Brasil empezó a jugar aprovechando los minutos en juego de una segunda unidad española, que no dio la talla y se colocó a tan sólo dos puntos (37-35). España reaccionaría y se marcharía al descanso con una ligera ventaja (44-38).

Tras volver del vestuario, España no consiguió marcharse en el marcador. Cuando parecía que los de Scariolo podían romper el partido, Brasil recortaba distancias, y así se llegó al último cuarto.

Unos últimos diez minutos, que dejan en muy mal lugar a esta Selección que tantos éxitos ha conseguido y de la cual se han sentido muy orgullosos muchos aficionados hispanos al baloncesto. Los españoles comenzaron a fallar un ataque tras otro y Brasil (que si quiso ganar), dio la vuelta al marcador y con un parcial de 16 a 31, colocaba el 82 a 88 final.

Llamó la atención la poca entrega en defensa de los españoles en los minutos finales (sin hacer faltas en el último minuto), y que tanto Rudy y sobretodo Calderón no salieran en estos minutos calientes para cambiar la inercia del partido.