“Voy con la intención de jugar y mucho”. “La llamada me puso
muy contento. No lo esperaba en este momento de mi carrera. Quiere decir que
sigo haciendo las cosas bien”. Declaraciones que salen de la boca del jugador que
a sus 35 años se convertirá en el jugador extranjero más veterano en debutar en
la mejor Liga de baloncesto, de la mano de una de las franquicias más
históricas de la NBA, los New York Knicks.
El dueño de estas palabras no es otro, que el jugador
argentino Pablo Prigioni. El base curtido en mil batallas dentro de la cancha,
se convertirá en el noveno argentino en jugar en la Liga norteamericana, tras: Rubén
Wolkowyski, Pepe Sánchez, Manu Ginóbili,
Luis Scola, Carlos Delfino, Fabricio Oberto, Andrés Nocioni y Walter Hermann.
Prigioni, que ha jugado toda su carrera deportiva en
Argentina (Social Ramallo, Belgrano y Obras Sanitarias) y en España
(Fuenlabrada, Lucentum, TAU, Real Madrid y Caja Laboral) tendrá que luchar con
dos bases que también acaban de aterrizar en New York y que, en principio
parten por delante de él, cómo son el veterano All Star Jason Kidd (39 años) y el
playmaker procedente de Portland, Raymond Felton.
Pero Prigioni, sabedor que es un reto difícil, no ha dudado
en embarcarse en esta aventura porque sabe que la oportunidad que se le
presenta es única. El base argentino parte con la tranquilidad de no tener que
demostrar nada. Su carrera llena de éxitos tanto a nivel de club cómo de
selección, le avalan.
El cordobés por su forma de jugar le vendrá de perlas a los
dos jugadores que están llamados a llevar lejos la próxima temporada a los
Knicks: Carmelo Anthony y Amare Stoudamire. Si consigue tener minutos, Prigioni
hará el trabajo mucho más fácil tanto al alero (que se encuentra en Londres
disputando los JJOO), cómo al pívot norteamericano.
Difícil explicación tiene el hecho de que Prigioni, no
hubiera aterrizado mucho antes en la NBA. Pablo se había convertido durante
muchos años en uno de los bases más solventes tanto en la Liga Española, cómo
en sus participaciones en la Euroliga y llamaba la atención que alguno de los
equipos de la NBA no hubiese decidido incorporarlo.
Sin duda alguna Pablo será un Rookie atípico. Un novato
capaz de impartir lecciones en una de las canchas míticas de baloncesto, el
Madison Square Garden.
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