Regresaba la NBA 196 días después de que los Dallas Mavericks se proclamaran campeones y no podía empezar de mejor manera.
Emoción, espectáculo, constantes en el marcador… todo esto se ha visto en el partido que inauguraba la competición entre dos equipos que deberían clasificarse para Playoffs.
Se citaban en el Madison Square Garden dos de las franquicias más emblemáticas y más prestigiosas de la NBA en el primero de los tres partidos que se disputaban en el día de Navidad.
El partido comenzó con unos New York Knicks enchufados que basados en una gran defensa y una gran intensidad conseguían ponerse por delante en el marcador, donde la baja por lesión de su capitán, Paul Pierce, parecía afectarles demasiado.
Los de Boston con una lamentable defensa llegaron a ir perdiendo por más de quince puntos en los dos primeros cuartos. La culpa de ello la tuvieron un Carmelo Anthony sensacional, que terminó el partido con 37 puntos y Amare Stoudamire que acabó con 21 puntos y 6 rebotes.
Mientras en Boston el único que aguantaba al equipo era el base Rajon Rondo que tuvo una notable actuación que estuvo cerca de conseguir el primer triple doble por parte de un jugador, al anotar 31 puntos, 13 asistencias y 5 rebotes.
El dominio de los neoyorquinos fue claro en estos dos primeros cuartos y al final del segundo cuarto dominaban en el marcador por 62 a 52.
Pero al comenzar el tercer cuarto todo cambió. El orgullo Celtic volvió a aparecer y de la mano de los “veteranos” Ray Allen (20 puntos), Kevin Garnett (15 puntos) y del recién fichado Brandon Bass (20 puntos y 11 rebotes) fueron capaces de darle la vuelta al marcador. Los verdes mejoraron en defensa y dejaron grogui a los Knicks que al empezar el último cuarto tenía una desventaja de 8 puntos.
Y ahí llegó el momento del jugador franquicia local, el alero Carmelo Anthony. Se echó al equipo a sus espaldas y anotando los 5 últimos puntos de su equipo, le dio la primera victoria de la temporada por 106 a 104.
Kevin Garnett tuvo la oportunidad de empatar el encuentro, pero su lanzamiento no entró. Tras ello se encaró con el vestuario visitante y a punto estuvo de liarse la primera tangana de la temporada, que por suerte, acabó en nada.
Sin duda alguna un aperitivo de lo que nos espera esta temporada, NBA en estado puro.
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